Tampones de esponja de mar: ¿Son seguros?

A diferencia de las almohadillas, los tampones y las copas menstruales, el tampón de esponja de mar es una opción natural y saludable para las mujeres que están experimentando el período. Su material único permite reutilizar el artículo una y otra vez, algo que supone un ahorro económico si lo comparamos con los métodos tradicionales.

Los tampones marinos son más cómodos de llevar e insertar que los tampones regulares. Son la mejor opción para las mujeres que tienen un cuello inclinado. Al estar secos son ásperos y un poco rígidos, pero al humedecerse son suaves y manejables. Es necesario humedecerlos antes de insertarlos en la vagina.

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En caso de tener un flujo menstrual excesivo, es posible insertar dos esponjas al mismo tiempo, en lugar de una. Una vez que necesites cambiarte, solo tienes que retirar el tampón, enjuagarlo con abundante agua y volver a colocarlo. Para desinfectar la esponja en espera del próximo periodo se recomienda preparar una mezcla de agua tibia, vinagre de sidra de manzana, agua oxigenada y bicarbonato. No es necesario hervirla, de hecho esto puede acortar su vida útil.

Estos tampones son amigables con el medio ambiente. Las esponjas son extraídas a partir de cultivos marinos y eso las hace una alternativa renovable, dado que vuelven a regenerarse. Son completamente biodegradables, por lo que no generan residuos. No contienen ninguna lejía ni son tratados químicamente. No se asocian con alergias ni síndrome de shock tóxico.

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