La tendencia por consumir productos orgánicos, ya sean alimentos, productos de belleza y artículos en general, ha llegado a la esfera de la higiene femenina, específicamente con tampones orgánicos. Dado el uso que tienen estos productos, es lógico que muchas mujeres se hagan la pregunta: ¿qué tan seguros son estos tampones? Teniendo en cuenta que esta es una decisión muy personal, en este artículo tratamos de darte algunos elementos para que puedas sacar mejores conclusiones.

Diferencia entre los tampones regulares y tampones orgánicos

Los tampones regulares tienen algodón y rayón, de los cuales el algodón contiene plaguicidas y cloro. El cloro se utiliza comúnmente para blanquear materias primas, dejando dioxinas como residuos. Según expertos, los carcinógenos o dioxinas pueden causar problemas hormonales o el cáncer. Las fibras contenidas en estos tampones también pueden conducir a infecciones bacterianas, picazón, ardor, entre otras molestias, debido las fragancias y aplicadores químicos que contienen.

Por su parte, los tampones orgánicos tienen algodón orgánico, eso significa que no tienen pesticidas. Sus aplicadores están fabricados a base de materiales sostenibles que no son realmente dañinos. Algunas empresas usan peróxido de hidrógeno para blanquear el algodón en tampones orgánicos ya que no produce residuos nocivos.

Independientemente de cual sea tu elección, recuerda que el uso de tampones supone un riesgo mayor de experimentar el síndrome de shock tóxico. No debes dejar un tampón colocado durante muchas horas dentro de la vagina, sin importar que sea orgánico. Se recomienda cambiarlo cada cierto tiempo para evitar una alteración en la población bacteriana normal de la vagina.

Como se mencionó anteriormente, el uso de tampones orgánicos o regulares depende de la preferencia de cada persona. A pesar de que los orgánicos parecen ser más seguros, no hay pruebas suficientes para apoyar una seguridad definitiva.