Al entrar en la pubertad, el cuerpo femenino comienza a cambiar. Los senos se desarrollan, comienzan a aparecer los vellos púbicos y en las axilas, e incluso pocos meses antes de presentarse el primer período puede aparecer un flujo vaginal claro. Esto no es motivo para entrar en pánico, son transformaciones muy normales.

Aproximadamente una vez al mes, un óvulo sale del ovario y viaja por las trompas de Falopio hacia el útero. Al mismo tiempo, el revestimiento del útero se vuelve más grueso, incorporando sangre adicional y tejido para crear las condiciones de acogida de un óvulo potencialmente fecundado.

Si el óvulo es fecundado con el esperma y la mujer queda embarazada, el óvulo se adhiere al útero, donde poco a poco se convertirá en un bebé. Si no es fecundado, el revestimiento del útero comienza a prepararse para ser derramado junto al óvulo no fertilizado. De esta forma, el período ocurre mientras el cuerpo se deshace del exceso de sangre y el tejido que ya no se necesita, comenzando así un nuevo ciclo.

En caso de tener relaciones sexuales sin el uso de métodos anticonceptivos y la menstruación desaparece en uno o más meses, se debe acudir al médico porque es posible que la mujer haya quedado embarazada. Es importante aclarar que una mujer puede quedar embarazada incluso si tiene relaciones sexuales sin protección mientras está menstruando.