Las niñas y las mujeres a veces pueden tener problemas en su sistema reproductivo. A continuación se presentan algunos ejemplos de trastornos que afectan este sistema.

Vulva y vagina

• Vulvovaginitis: es una inflamación de la vulva y la vagina. Puede ser causada por sustancias irritantes, tales como jabones de lavandería o baños de burbujas. La mala higiene personal, por ejemplo, limpiarse de atrás hacia adelante después de una evacuación intestinal, también puede causar este problema. Los síntomas incluyen la presencia ocasional de secreciones vaginales y enrojecimiento y picazón en toda esa área. La vulvovaginitis también puede ser causada por el crecimiento excesivo del hongo Candida, que normalmente está presente en la vagina.
• Sangrado vaginal no menstrual: comúnmente se debe a la presencia de un cuerpo vaginal extraño, o al prolapso uretral, que es una condición en la que las membranas mucosas de la uretra sobresalen en la vagina y forman una pequeña masa, en forma de rosquilla de tejido que sangra fácilmente.

También puede ser provocado por una lesión de montar a horcajadas o por un trauma vaginal de abuso sexual.

Más; Sangrado anormal durante el periodo menstrual.

Ovarios y trompas de Falopio

• Embarazo ectópico: ocurre cuando un óvulo fecundado no llega hasta el útero, sino que crece rápidamente en la trompa de Falopio. Con esta complicación las mujeres pueden desarrollar dolor abdominal grave, síntoma ante el cual se debe acudir de inmediato al médico, ya que en la mayoría de los casos se necesita intervenir quirúrgicamente.
• Endometriosis: se está en presencia de endometriosis cuando el tejido que normalmente se encuentra sólo en el útero comienza a crecer fuera del útero, en los ovarios, las trompas de Falopio u otras partes de la cavidad pélvica. Puede causar sangrado anormal, períodos dolorosos y dolor pélvico general.
• Tumores ováricos: aunque son raros, pueden ocurrir. Las mujeres que tienen tumores ováricos pueden presentar dolor abdominal y sentir una especie de bultos en el abdomen. Para extirparlos se puede necesitar cirugía.
• Quistes ováricos: son sacos no cancerosos llenos de líquido o material semisólido. Aunque son comunes y generalmente inofensivos, pueden convertirse en un problema si crecen mucho. Los quistes grandes pueden empujar y presionar a los órganos circundantes, causando dolor abdominal. En la mayoría de los casos, los quistes desaparecen por sí solos y no se necesita tratamiento. Si los quistes son muy dolorosos, el médico puede recetar píldoras anticonceptivas para alterar su crecimiento, o pueden ser extirpados por un cirujano.
• Síndrome de ovario poliquístico: este es un trastorno hormonal en el que los ovarios producen demasiadas hormonas masculinas (andrógenos). Esta condición hace que los ovarios se agranden y desarrollen muchos quistes. Dependiendo del tipo y gravedad de la afección, este síndrome puede tratarse con medicamentos para regular el equilibrio hormonal y la menstruación.