Revisiones ginecológicas: cómo son y cuándo acudir

Uno de los mayores temores de una mujer puede ser el de ir a visitar al ginecólogo. Y es que para muchas mujeres, este proceso es un mal trago, aunque realmente no lo debería ser, ya que el profesional en ningún momento provocará ningún daño a la mujer que se trate a la revisión. Si tienes miedo, haz frente al mismo y acude al profesional. Así podrás saber que tú salud es la adecuada, tal y como recomiendan los expertos.

¿Qué es una revisión ginecológica?

Las revisiones ginecológicas son rápidas, no duelen y lo más importante, te permitirán prevenir problemas mayores en el futuro. Es por ello por lo que se recomienda a todas las mujeres acudir al ginecólogo cada cierto tiempo para realizarse una revisión y así asegurarse de que todo está bien y no hay ningún problema.

Cuando acudas al ginecólogo, el mismo te hará un pequeño cuestionario. Entre estas preguntas se incluirán preguntas sobre la menstruación, la actividad sexual, las mamas… es importante que contestes con naturalidad. Al fin y al cabo estás hablando con un profesional al cual en el fondo no le importa si tienes una vida sexual activa o pasiva, al margen del nivel médico. Es más, debes saber que el médico no podrá revelar la información que le proporciones, tanto si eres mayor o menor de edad.

Una vez realizado el cuestionario, examinará tus órganos sexuales, sin olvidar que también palpará tus mamas y tus axilas en busca de posibles bultos. Una vez realizado este examen, más tarde te tendrás que sentar en una silla especial para que el profesional o la profesional pueda hacerte un examen pélvico y abdominal. Si te pones nerviosa o tienes miedo de esta parte, coméntaselo al ginecólogo para que ponga medidas y así puedas estar un poco más tranquila. Pero desde ahora mismo te puedo asegurar que no sufrirás ningún dolor.

Para que te hagas a la idea, primero examinará la vulva, para más tarde introducir en tu vagina un espéculo para poder ver si tu aparato reproductor está correctamente. Más tarde lo sacará y meterá dos dedos en la vagina para comprobar el estado del útero y de los ovarios.

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Finalmente acabará con una citología cervical. Esta citología también es conocida bajo el nombre de Papanicolau. Así el profesional podrá comprobar que el cuello del útero está perfectamente.

¿Cuándo debo acudir al ginecólogo?

Si todo va bien, todas las mujeres deberían visitar por primera vez al ginecólogo justo al comienzo de su vida sexual activa como nos recomiendan desde las clínicas de examen ginecológico de Sanihub.

Una vez realizada la primera prueba, deberás acudir al ginecólogo cada cierto tiempo. Este tiempo te lo impondrá el profesional. Normalmente el ginecólogo te recomendará visitarlo más o menos a menudo teniendo en cuenta el análisis realizado, de los factores de riesgo o incluso el historial familiar.

Y es que ni los propios profesionales se ponen de acuerdo cada cuanto hay que visitar al profesional. Para que te hagas a la idea, en algunas comunidades autónomas recomiendan acudir al ginecólogo cada año, mientras que en otras comunidades lo recomiendan realizar cada 3 años, siempre y cuando, el perfil de la mujer no corra riesgo de sufrir ningún problema a priori.

Si eres una chica que se preocupa por su salud, no lo dudes y acude al ginecólogo al menos una vez al año. Si quieres realizarte este tipo de revisiones, pero ves que la sanidad pública por un motivo o por otro no te concede este servicio, no lo dudes y usa la vía privada. Ten en cuenta que tu salud no tiene precio, de aquí que cada año sea la mejor opción para asegurarte que tu salud íntima está perfectamente.

Por otra parte, acude al profesional si notas alguna señal que te está indicando que algo no va bien en tu cuerpo. Te recomiendo acudir al ginecólogo lo antes posible sin notas cambios en la menstruación sin tomar ningún medicamento, en el flujo menstrual, en los genitales o si notas algún bulto en las mamas y no sabes a que puede ser debido.

Puedes estar segura de que si previenes, podrás encontrar algún problema a tiempo y evitar que el mismo pueda evolucionar y por ello hacerse más difícil de solucionar. Ya sé que en ocasiones es complicado acudir al médico por miedo, pero puedes estar segura de que es mucho mejor prevenir que curar. Por este motivo, te recomiendo seguir las recomendaciones del profesional.

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